El blog de PIMETIC

Qué es el cloud computing

Por fin ha llegado el turno de hablar de un concepto que, hoy en día, está en boca de todos: el cloud computing. Pero ¿de qué estamos hablando en realidad? Vamos a verlo… con una definición muy breve: servicios informáticos ofrecidos a través de Internet.

La definición anterior seguro que hará estremecer a más de uno por su simplicidad. Pero tranquilos, este artículo no pretende ser un manual exhaustivo acerca del cloud computing. Sólo pretende ofrecer una visión inicial del concepto. Así, en el momento de la contratación o cuando estemos pensando en migrar a este paradigma, sepamos un poco más sobre qué estamos hablando.

Tipos de nubesCloud computing

Y al igual que en el cielo tenemos cúmulos o nimbos, nuestra red de redes no podía ser menos y tenemos varios tipos de nubes:

  • Nubes públicas: se trata de entornos donde podrán alojarse los datos y aplicaciones de diferentes usuarios, sin visibilidad unos con otros pero gestionados normalmente por una tercera empresa. Por ejemplo, los servicios de mantenimiento de hardware y software remotos de PIMETIC que lanzaremos próximamente entrarían en esta categoría.
  • Nubes privadas: son aquellas destinadas a un solo cliente, muchas veces con necesidades mayores de seguridad y rendimiento. Por ejemplo, es muy común alojar en una nube privada las aplicaciones y los datos corporativos, para que estén disponibles para todo el personal no sólo desde el despacho, sino también para trabajadores en movilidad.
  • Nubes híbridas: aglutina las características de ambos tipos anteriores, con aplicaciones y servicios en la nube propios y otros compartidos entre diferentes clientes. Los datos, por supuesto, siempre serán accesibles única y exclusivamente por el cliente y por quien éste autorice.

Tipos de servicios ofrecidos en cloud

Al principio hemos dicho que el cloud computing no es más que ofrecer servicios informáticos a través de Internet. Pero, ¿qué clase de servicios pueden ofrecerse? Muchos y variados. Y cada vez la oferta es mayor… Pero para que lo tengamos más claro, los agruparemos según el “nivel” en el cual trabajen:

  • Software como servicio (o SaaS por sus siglas en inglés): se trata de aplicaciones que se ofrecen en Internet (sería el equivalente al nivel de aplicación de la pila OSI, que explicaremos en otro artículo). Algunos de los ejemplos más exitosos de software como servicio serían Google Apps o Microsoft Office 365. Normalmente, cuando se habla coloquialmente de “cloud computing” se hace referencia a este tipo.
  • Plataforma como servicio (PaaS por sus siglas en inglés): aquí el proveedor proporciona un entorno donde poder ejecutar aplicaciones. Así, si no tenemos suficiente capacidad para alojarlas no tendremos que preocuparnos de disponer de un entorno óptimo para hacerlo ni de tener que gestionar el servidor de aplicaciones.
  • Infraestructura como servicio (IaaS por sus siglas en inglés): y llegamos a la capa más inferior: la capacidad de proceso de CPU y el almacenamiento. Podemos olvidarnos ya de toda la electrónica de la red, de si necesitaremos más o menos Gigas para nuestros datos o de si podremos calcular o no una simulación de la explosión de una supernova. También desaparecerá la gestión de los servidores, que nuestro proveedor realizará por nosotros. Un ejemplo: Amazon Web Services.

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Con lo explicado hasta el momento, es muy fácil nombrar ventajas y desventajas del cloud computing. ¿Te atreves? Déjanos un comentario explicando qué ventajas o desventajas consideras que proporciona o espera a la segunda parte del artículo, donde veremos el amor y el odio que genera el cloud


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