El blog de PIMETIC

¿Amor u odio?

Hace un par de semanas hablábamos sobre qué es el cloud computing. Creo que quedó suficientemente claro. Pero también creo que ciertos matices pueden haber pasado desapercibidos, y ha llegado el momento de aclararlos…

AmorNube de palabras

Las ventajas que este nuevo tipo de paradigma aporta son muchas, aunque principalmente se podría resumir en una que es especialmente importante en la época que vivimos: un menor coste.

Pero no nos quedemos solamente en lo obvio. Algunas otras ventajas que aporta el cloud computing frente a “la informática tradicional” son las siguientes:

  1. Movilidad al máximo: “dadme una conexión a Internet y trabajaré donde sea”. Y encima podremos hacerlo desde una tableta, un smartphone o cualquier ordenador público. Una gran ventaja para no tener que estar encerrado entre las cuatro paredes de la oficina.
  2. Coste muy bajo: ya no hace falta comprar servidores propios, ni desembolsar una gran cantidad de dinero en licencias. Normalmente los servicios en cloud se abonan según su uso, y el precio por licencia o usuario suele estar entre los 5 y los 15 € mensuales: toda una ganga que nos permite tener controlados los costes de la empresa.
  3. Rápida implementación: los servicios contratados ya están funcionando, y por mi experiencia sé que suele tardarse más en cambiar la mentalidad del personal que en implementar un “diseño cloud”. Lo normal en estos casos es ir a la web del proveedor, contratar y pagar el servicio… ¡y a disfrutarlo! En pocas semanas lo podréis comprobar aquí mismo…

Y aunque podríamos encontrar muchos más beneficios, sólo he querido dar los tres que, a mi entender, son los más importantes, para contrarrestarlos al…

Odio

No todo son ventajas. Siempre existen las dos caras de la misma moneda, y por eso aquí tenéis también una lista de tres elementos en contra del cloud, cuyos aspectos conviene tener en cuenta a la hora de implementar esta tecnología:

  1. Dependencia de los proveedores de servicios: claro. Ahora todo lo gestionan los proveedores, y los datos y aplicaciones están en los servidores de los proveedores. Por ello, conviene seleccionar sólo aquellos que nos generen confianza… y, personalmente, prefiero saber con quién estoy tratando y no sólo contactar con una máquina o una web.
  2. Conexión a Internet: al igual que antes decía que sólo necesitamos una conexión a Internet para trabajar, no es menos cierto que, si nos quedamos sin esa conexión, tendremos ciertas dificultades en nuestro trabajo. Pero aquí la palabra clave es “ciertas”. Si contamos con una buena empresa y unos buenos profesionales que nos ayuden en el tránsito a la nube, tendrán en cuenta estos posibles momentos de desconexión, e intentarán establecer mecanismos para que el personal de nuestra empresa pueda seguir trabajando. ¿Queréis que lo hablemos?
  3. ¿Dónde están mis datos?: para mí: el inconveniente más importante de todos, al igual que también lo es para mis amigos expertos en la LOPD. Al trabajar en un entorno de cloud, no sabemos dónde están los datos, ni por qué nodos de la red pasan, y ésto podría llegar a ser un grave problema de seguridad.Por ejemplo, el gurú del software libre Richard Stallman defiende la postura de que el cloud computinglike Google’s Gmail will force people to buy into locked, proprietary systems that will cost more and more over time”. Ahí lo dejo.

Entonces… ¿cloud sí o cloud no?

Depende. Esa es mi respuesta. Yo considero que debe estudiarse cada caso concreto y decidir, según la forma de trabajar de la empresa y el coste que pueda permitirse, qué es lo que más conviene.

Y sobre todo no dejarse llevar sólo por las modas, sino por los procedimientos y modelo de negocio de cada empresa en particular, adaptando la informática a esa forma de trabajar y no al revés.


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